En sendos actos, por la mañana y por la tarde, se llevó a cabo la 266ª colación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Las ceremonias tuvieron lugar en el recinto habitual, el Aula Mayor “José Alfredo Duarte”. Recibieron sus títulos de grado y posgrado 114 profesionales de las cinco facultades: 20 de Agronomía y Veterinaria, 8 de Ciencias Económicas, 22 de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales, 50 de Ciencias Humanas y 14 de Ingeniería.
Por las autoridades hizo uso de la palabra el secretario de Bienestar, Fernando Moyano. En representación de los graduados hablaron Eugenia Pérez, Licenciada en Química y Lorena Natalia Graglia, egresada de la Tecnicatura en Lenguas.
Realizaciones
Al hacer uso de la palabra, el secretario de Bienestar de la UNRC, Fernando Moyano, enumeró lo que se hace desde la universidad pública, para entender mejor algunas cifras que suelen presentarse cuando se le achacan defectos.
Moyano manifestó que la Universidad “hoy está en peligro, como mucho de todo lo público”. Y lo está pues “se la desfinancia y, lo que es más grave, se la desacredita por cuanto lugar se tenga a mano”. Sostuvo que “la Universidad pública es mucho más que un número equis de trabajadores docentes y nodocentes, con equis cantidad de estudiantes que arroja equis cantidad de graduados”.
Llamó a pensar que es inválida la comparación con casas de estudio privadas cuya lógica es “totalmente distinta. En ese razonamiento quedan invisibilizadas las prácticas sociocomunitarias, las tareas de voluntariado, los talleres que se ofrecen en la Universidad Barrial, las políticas a la tercera edad del PEAM, la articulación con organizaciones sociales, la vinculación con distintas empresas de la región y organismos del Estado”.
Recordó Moyano que “nuestra Universidad es la única en el país que destina el 2% de su presupuesto a becas (29 millones de pesos) para aquellos estudiantes que no tienen las condiciones materiales para realizar sus estudios, en este momento son más de 800 becarios”.
En el campus hay “104 departamentos en las residencias universitarias, con una capacidad de 416 estudiantes de todo el país, que verían imposibilitados sus sueños de poder estudiar sin estas condiciones”.
A diario “se realizan 1200 menúes, a precio subsidiado en el comedor universitario, con prioridad para aquellos estudiantes becados”.
La universidad pública también conlleva medicina gratuita y atención masiva, ejemplo de lo cual fue que “durante el año pasado” hubo “30 mil prestaciones”. Las consultas sin cargo son complementadas por “lentes gratis” para alumnos de bajos recursos que “necesitan de los mismos para facilitar sus estudios”. Moyano agregó: “Y toda esta enumeración de políticas públicas la hago para dejar explicitado que muchas de estas iniciativas no las realizaríamos si buscáramos mejorar algún índice en particular. O si persiguiéramos una visión costo beneficio, lo cual creemos que es erróneo”.
Más del acto
El rector Rovere tomó juramento a los graduados, quienes se comprometieron a ejercer cotidianamente sus profesiones en pos de una mejor sociedad.
Por la mañana al cabo de la actuación de Laureano Carranza, joven alumno del taller de Piano y música de cámara que brinda la Secretaría de Extensión y Desarrollo de la Universidad, fue momento de la entrega de diplomas, acompañada por aplausos, abrazos, fotografías y emociones. También participó interpretando distintas obras en piano Franco Berrotarán en el acto de la tarde.
Como hace varias colaciones, recibieron sus títulos egresados del programa “Potenciar la graduación”, que ha permitido desde 2016 concluir estudios a quienes por cuestiones varias –laborales, económicas, de salud, entre otras- los habían discontinuado a poco de su terminación.
Respaldo
La licenciada en Química Eugenia Pérez expresó que “celebramos la culminación de una etapa muy importante” y que este día constituye en el recorrido vital “un instante a recordar”. Consideró que quienes hoy se han graduados pueden sentirse “afortunados de terminar nuestros estudios” y por ello les resulta menester “ser conscientes y tener presente que este mérito no es exclusivamente nuestro”. Resaltó el rol que para este logro les cupo a padres y demás familiares que aportaron amor y otras virtudes “para que siguiéramos adelante”. Estimó que “ellos son la base” y que “detrás de un estudiante y una buena persona está siempre la familia y la comunidad”.
Satisfecha por el final de un camino, Pérez compartió su “agradecimiento a los profesores que nos han acompañado” y a todos los que confluyeron para que la oportunidad de los estudios decantara en un diploma y en el deseo de mantener vivo el afán de seguir aprendiendo.