La conmemoración se llevó a cabo en el Centro Cívico, con la presencia de autoridades de la Provincia, la Justicia y la DAIA Filial Córdoba.
Participaron familiares de sobrevivientes del Holocausto que vivieron en Córdoba.
El ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López; junto al intendente de la Ciudad de Córdoba, Martín Llaryora; y al presidente de DAIA Filial Córdoba, Adrian Ganzburg; presidió el acto por el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, desarrollado este viernes en el Centro Cívico del Bicentenario.
Se trata de una fecha establecida por la UNESCO para rendir tributo a las víctimas del Holocausto, que ratifica el compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos.
El encuentro también contó con la presencia de la ministra de Justicia y DD.HH., Laura Echenique; el ministro de Educación, Walter Grahovac; la ministra de la Mujer, Claudia Martínez; la vicepresidenta de la Legislatura, Nadia Fernández; la vocal del Tribunal Superior de Justicia Aida Tarditi; y autoridades de la comunidad judía.
Al tomar la palabra, López señaló: “Frente al racismo, al desprecio absoluto por la vida y el odio de aquella Alemania Nazi y sus cómplices por el pueblo judío, su cultura, su religión, su raza, quisiera resaltar las enseñanzas que nos dejan los sobrevivientes del Holocausto, expresada en una frase de Edgar Wildfeuer, que eligió Córdoba para vivir, junto a su esposa Sonia, también sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz».
«Cuando -continuó- le preguntaban a Edgar por qué daba conferencias sobre el Holocausto, él decía lo hacía «porque la gente que se moría clamaba a los que sobrevivían que cuenten lo que pasó. Así como me lo pidieron cuento lo que pasó, para que la gente sepa que esas cosas no se tienen que repetir”.
En tanto, el presidente de la DAIA Filial Córdoba expresó: “Agradecemos al Gobierno por compartir nuestra misma visión y organizar un acto como este, que para nuestra comunidad se considera un acto primordial en su historia. El Holocausto es uno de los más tristes recuerdos para nuestra humanidad, el que más debe servir como enseñanza de que el no involucramiento y guardar silencio ante crímenes nunca es bueno”.
A su turno, Llaryora dijo que «el trabajo de las entidades (comunitarias) supera el pedido de justicia del pueblo judío, es claramente un mensaje hacia toda la humanidad muy fuerte de que estos hechos van a ser castigados y que no pueden ocurrir más”.
El acto culminó con un especial reconocimiento a familiares de los sobrevivientes Edgar Wildfeuer, Sonia Shulman y Raquel Rutman de Fride, quienes vivieron en Córdoba.