La actividad fue organizada por la Legislatura de Córdoba y los conceptos fueron desarrollados por la doctora en Arquitectura, Daniela Gargantini, junto a la especialista en ODS, Anabella Ortega.
Ambas profesionales coincidieron en la necesidad de pensar a las ciudades y sus habitantes en un sentido integral.
La Legislatura de Córdoba organizó el IV Foro de Poderes Legislativos que entre sus propuestas, contó con el panel “Desarrollo urbano – ambiental”, a cargo de la doctora en Arquitectura e investigadora del Conicet, Daniela Gargantini, junto a la ingeniera Química y docente de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba, Anabella Ortega.
La propuesta sirvió para ofrecer pautas que permitan abordar el desafío que los gobiernos y los parlamentos locales tienen en torno a políticas habitacionales, además de plantear estrategias que faciliten la construcción de propuestas integrales y sostenibles. Siempre pensando en la mejorara de las condiciones de vida de sus habitantes.
En materia habitacional, la doctora Gargantini comenzó presentando algunos datos estadísticos del ReNaBaP (Registro Nacional de Barrios Populares), donde se indica que en el país existen 5.687 barrios populares, ubicados en 949 localidades de 24 provincias argentinas, con un alto porcentaje de inaccesibilidad a servicios de energía, agua corriente de red, cloacas y gas natural.
Siguiendo esta línea explicó cómo la “mercantilización del suelo se traduce en inaccesibilidad a la vivienda”, ya que la poca disponibilidad de tierras “hace que se encarezca la vivienda en alquiler y muchos sectores queden al margen de un lugar para vivir”. Esto, como consecuencia de considerar al suelo como “un recurso estratégico”, asociado a una “estrecha relación entre inaccesibilidad al suelo y a la vivienda, mecanismos especulativos y concentración inmobiliaria”.
Para ello, propuso a los participantes, “en su rol central de producción legislativa”, pensar ciudades donde se recupere “la planificación urbana como un eje estratégico y el desarrollo de políticas de suelo”, planteando premisas para gestionar el hábitat sobre la base de un “modelo de gestión integral y sustentable”, entre otros aspectos. También, resaltó la disponibilidad de servicios técnicos profesionales para concejales y concejalas, como el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE), del que la arquitecta Gargantini es miembro.
Con esta misma visión, la ingeniera Anabella Ortega propuso el desarrollo de ciudades desde la sostenibilidad, teniendo como marco los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que enuncia la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
A modo de “claves” que permitan a los gobiernos y poderes legislativos locales realizar este abordaje, la profesional consideró que los parlamentarios se enfrentan a desafíos como:
- Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
- Garantizar a los ciudadanos una educación equitativa y promover oportunidades de aprendizaje.
- Dar garantías de acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.
- Promover la economía circular y modalidades de consumo y producción sostenibles.
- Fomentar la constitución de alianzas eficaces entre la esfera pública, privada y la sociedad civil.
En este sentido, resaltó: “Es elemental que tengamos los ODS como agenda, dentro del plan a corto, mediano, o largo plazo, que permitan llevar a cabo una sustentabilidad que acompañe a los programas y a las políticas de desarrollo regional “, finalizó la ingeniera Ortega.
Al concluir las exposiciones, ambas especialistas respondieron a las inquietudes de los participantes quienes compartieron las realidades que viven en sus comunidades, en relación a estos temas.