Según informó el municipio, tras una importante tarea investigativa, la Dirección de Espectáculos Públicos, procedió a la clausura de una fiesta que se desarrollaba en un predio rural, ubicado en el sur de la ciudad.
En el lugar, se encontraban 350 personas menores y se constató el expendio de bebidas alcohólicas a estos jóvenes y la venta de entradas a un valor que oscilaba entre $3500 y $4000.
Cabe destacar que con estas acciones ilegales se pone el riesgo la integridad física de los jóvenes, que asisten a esta clase de eventos que no cumplen con las obligaciones planteadas en el Código de Espectáculos Públicos.
Las acciones preventivas se desarrollaron en conjunto con los agentes de la Dirección de Tránsito y la Policía de la Provincia de Córdoba.
En ese sentido, también se verificó que el espacio no contaba con habilitaciones de ninguna índole, por lo que incumplía con la normativa vigente.