Con gran convocatoria, en la Rural se volvió a hablar de producción agropecuaria regenerativa en el 2º Regenera Río Cuarto que se desarrolló con un salón colmado de asistentes.

Con gran convocatoria, en la Rural se volvió a hablar de producción agropecuaria regenerativa en el 2º Regenera Río Cuarto que se desarrolló con un salón colmado de asistentes.

Bajo la organización del nodo Sinergia de Ovis 21, desde el escenario los disertantes demostraron que la posibilidad de trabajar planificadamente y desde una concepción holística no sólo es aplicable a la ganadería, sino también a la agricultura y a la lechería.

El Ing. Agr. Rodolfo Zechner buscó responder la pregunta: ¿Es posible regenerar el ambiente produciendo leche? y, llegado desde el centro de Santa Fé presentó el Caso La Invernada. Al referirse a la forma en que se trabaja en lechería desde una perspectiva regenerativa, el Ing. Zechner explicó: “se trata de un proceso muy motivador e intenso en lo que es el manejo holístico, evaluando también, que veníamos con la misma forma de trabajo, pero con otro objetivo. Y hoy nuestro objetivo, claramente, primero es cuidar y regenerar la tierra en la que vivimos, y sabemos que todo accionar hacia ese lugar va a rendir sus frutos en los otros aspectos. Es como que primero preparo en la parte fértil el buen sustento, la tierra que nos sustenta y, a partir de eso, empiezan a aparecer los resultados en la parte de producción. Si alguien me pregunta, ¿la renta de hoy es igual a la renta de ayer? Es parecida, pero en realidad es una renta distinta, porque medimos otras cosas. Hoy, por ejemplo, nosotros estamos en un programa de bonos de carbono, medimos el carbono en el suelo y conocemos nuestro balance de carbono y lo que hoy podemos asegurar es que algunas industrias están buscando el carbono neutro como propaganda o como muestrario y es muy difícil en la lechería convencional. En nuestro caso particular hoy estamos no solamente en carbono cero, neutro, sino que también estamos secuestrando en nuestro sistema de producción gracias a las mediciones que tenemos y a las prácticas de manejo. Entonces, ¿cuánto vale el hecho de secuestrar dióxido de carbono en la atmósfera? ¿Cuánto vale que tengamos el doble de infiltración? ¿Cuánto vale que estamos aumentando en fósforo y otros minerales en el suelo?. Por ahí nos perdemos los picos, pero no tenemos los pisos. Y, por otro lado, tenemos otra rentabilidad que tiene que ver con que, a la larga, esto va a quedar para las generaciones que siguen y va a quedar también para la humanidad y para el ecosistema, y para la necesidad que tenemos como seres humanos de cuidar el ambiente, es más, de regenerar el ambiente en el que estamos viviendo, porque de otra forma es corta la cuenta y nos van quedando poquitos años para vivir. Esto ya no es un hobby ni una ideología, es una necesidad y nos podemos dar cuenta observando, recorriendo el país, recorriendo el mundo, caminando los potreros, mirando los ríos y, cada uno con esta percepción tendría que sentirlo en su interior.”

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