En la madrugada del domingo, Rubén Heredia circulaba por el macrocentro en su Fiat 147, cuando le arrojaron un caño de hierro de unos 50 centímetros de largo y de casi dos kilogramos y le reventó el parabrisas.
Al momento del ataque, Heredia circulaba por Baigorria al 400 a las 4.30 cuando, vio como el elemento contundente atravesó el cristal delantero, golpeó el tablero interior y pegó finalmente sobre sus rodillas.
El conductor resultó ileso. No pudo advertir quién arrojó el trozo de hierro pero en horas de la tarde radicó la denuncia para que se investigue lo sucedido.