Las principales irregularidades detectadas, para determinar la sospecha de evasión, se basan en que en los comercios donde se llevaron adelante los operativos, se estarían usando controladores fiscales que en principio estarían adulterados utilizando para ello distintos tipos de maniobras, los cuales fueron secuestrados.
Otras inconsistencias detectadas en la investigación muestran la informalidad con la que se manejan respecto a compras-ventas, facturación, empleados en situación irregular, comprobantes con remuneraciones en negro, conservación de documentación obligatoria, Inmuebles no declarados, titulares de los comercios, que en principio serían insolventes, etc.
Estas maniobras se estarían llevando a cabo, principalmente, en supermercados cuyos titulares son de origen asiático.