Policía Ambiental junto con los centros de rescate Tatú Carreta (Córdoba) y La Esmeralda (Santa Fe) y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral realizan acciones conjuntas de conservación de fauna silvestre.
En esta oportunidad, se trasladó un loro cacique y un loro maracaná lomo colorado a la provincia vecina para proyectos de cría y reproducción.
También se realizaron estudios a loros habladores secuestrados en Córdoba.
En el marco del trabajo intersectorial e intergubernamental que realiza el Gobierno de la Provincia de Córdoba para impulsar acciones de promoción y protección del ambiente, Policía Ambiental, la reserva local Tatú Carreta, el centro de rescate e interpretación de Santa Fe La Esmeralda y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral llevan adelante de forma conjunta un proyecto de conservación de loros.
La Granja La Esmeralda es un centro especializado en loros, que se encuentra en la provincia de Santa Fe, y allí tienen varias especies de fauna silvestre con diferentes proyectos de reproducción y conservación.
Por este motivo, especialistas de la provincia vecina vinieron a Córdoba para evaluar ejemplares de loros habladores y trasladar otras dos especies, que no tienen distribución en nuestra provincia, a la reserva santafesina.
“Para nosotros es muy importante participar y gestionar lo que sea necesario para promover estos encuentros interprovinciales e interinstitucionales en pos de la conservación de estas especies que se encuentran amenazadas”, enfatizó Laura Garutti, bióloga de Policía Ambiental.
Y explicó que todos los ejemplares con los que están trabajando en este proyecto fueron rescatados en procedimientos de control de fauna silvestre que realizó la repartición del Gobierno de Córdoba: “El loro cacique (Deroptyus accipitrinus) y el loro maracaná lomo rojo (Primolius maracana) que son los que se trasladaron a Santa Fe fueron secuestrados el año pasado en Cañada de Machado, departamento Río Segundo. Y los loros habladores que inician un protocolo para ser reintroducidos a su hábitat, también se los recuperó del cautiverio ilegal”.
Según destacó la bióloga, la importancia de aunar esfuerzos con otras instituciones para trabajar en la conservación radica en que algunas de estas especies tienen gravemente comprometida su conservación en vida silvestre. “El cacique es un loro exótico que habita hacia el norte de América del Sur, pero no llega a Argentina; en el caso del maracaná lomo rojo, está en peligro crítico de extinción y en nuestro país solo habita en Misiones”, remarcó.
Tanto el loro cacique como el maracaná lomo rojo se rehabilitaron en la reserva Tatú Carreta, en donde los profesionales les brindaron asistencia primaria y se comprometieron con su bienestar: “Cuando Policía Ambiental recuperó esos loros se encontraban en muy mal estado, con poquitas plumas y eso nos llevó un proceso bastante largo para terminar de recuperarlos. Hoy se encuentran con el alta sanitaria por eso pueden viajar a Santa Fe”, relató Javier Álvarez, encargado del centro de rescate y rehabilitación de fauna de Casa Grande.
Proyecto loros habladores
Además del traslado de dos loros que no tienen distribución en el territorio cordobés, ambas provincias están desarrollando un proyecto para reintroducir loros habladores en sectores donde las poblaciones están comprometidas, para contribuir de esta manera en acciones que promuevan la conservación de fauna silvestre.
“Nuestro proyecto del loro hablador particularmente tiene que ver con el aumento de ejemplares de dos poblaciones que están diezmadas en la provincia de Santa Fe y en base a esto surgieron los lazos con las otras instituciones”, explicó Antonio Sciabarrasi, veterinario del centro de rescate e interpretación La Esmeralda.
Y añadió: “Vinimos a evaluar a estos loros habladores recuperados en Córdoba, en forma conjunta con profesionales de esta provincia, para determinar cuáles estarían aptos para volver a la naturaleza. En una siguiente instancia, la idea es llevarlos al norte santafesino y darles una segunda posibilidad de vida en su hábitat”.
Desde la Policía Ambiental se realizan permanentemente acciones de articulación con otras provincias e instituciones para asegurar el bienestar de la fauna silvestre recuperada del cautiverio. Hace unas semanas se trasladaron guacamayos y pecaríes de collar a la provincia de Corrientes para introducirlos en otros proyectos de conservación.