El cincuentenario de la Universidad Nacional de Río Cuarto es una realidad. De los albores, cuando la institución era una serie de sueños de visionarios, a este presente. De los proyectos en los que todo estaba por hacerse, a 2021, cuando se continúa planificando para reverdecer la tríada creer, crear, crecer que a diario recuerda que la vara siempre puede estar más arriba.
Donde nada había se yerguen aulas, laboratorios, gimnasios, cubículos, salones de arte, biblioteca, centros de estudiantes, oficinas, despachos, consultorios, corrales, escenarios, residencias estudiantiles y docentes, comedor, etc.
De las clases en diversos puntos de la ciudad, con alumnos que a inicios de la década del ’70 iban de los altos de Estudiantes al colegio Industrial, a un campus donde convergen todas y cada una de las 56 carreras de grado y 28 de posgrado de las facultades de Agronomía y Veterinaria; Ciencias Económicas; Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales; Ciencias Humanas e Ingeniería.
De aquel 1 de mayo de 1971 en el que una muchedumbre se congregó en la plaza de la Municipalidad a hoy, día de reunión masiva… en la virtualidad, derivación de una pandemia insospechada incluso hasta un par de años nomás.
Bien puede hablarse de un antes y un después de la UNRC en Río Cuarto. No es menor la influencia cultural de más de 28 mil graduados de sus carreras, como tampoco lo es el cotidiano trabajo que en su seno se despliega en torno de la enseñanza, la investigación y la extensión del conocimiento científico.
El sol acompañó a las alrededor de 10 mil personas que en la plaza Olmos festejaron la creación de la UNRC en 1971. El cielo ha lucido despejado este viernes 30 abril de 2021, coincidencia que algunos atribuirán a constantes meteorológicas otoñales y otros acaso las interpreten como un saludable augurio del destino.
Pasadas las 11.30 dio inicio el acto conmemorativo, transmitido en directo desde el Aula Mayor por UniRío TV vía streaming y Radio UNRC por la 97.7 y a través de Internet con el soporte técnico de la Unidad de Tecnología de la Información.
Se escuchó el Himno Nacional Argentino que tuvo como fondo imágenes del campus. En el estrado, junto al rector Roberto Rovere estuvieron el vicerrector, Jorge González; y los decanos de Agronomía y Veterinaria, Sergio González; de Ciencias Económicas, Susana Panella; de Ciencias Exactas, Marisa Rovera; de Ciencias Humanas, Fabio Dandrea; de Ingeniería, Miriam Martinello.
Las locutoras del acto destacaron las presencias virtuales de Jaime Perczyk, secretario de Políticas Universitarias de la Nación; Manuel Calvo, vicegobernador de Córdoba; Martín Gill, secretario de Obras Públicas de la Nación; Rodolfo Tecchi, presidente del Concejo Interuniversitario Nacional; Juan Llamosas, Alberto Escudero, Martín Toselli, Gastón Tomatis y Daniel Casari, intendentes de Río Cuarto, Las Higueras, Bulnes, Las Acequias y Vicuña Mackenna.
También se saludó a través de la virtualidad a los exrectores Roberto Seiler, Alberto Cantero, Oscar Spada y Marcelo Ruiz, así como a Hugo Juri, titular de la Universidad Nacional de Córdoba, y a Luis Negretti, de la Universidad Nacional de Villa María. Lo propio se hizo con Víctor Yoma y Ana Vasquetto, presidente y vicepresidente de la Comisión Fundadora de la UNRC.
Entre otros a la distancia, tomaron parte de la celebración los secretarios gremiales docente, Florencia Granato, y nodocente, Eduardo Tello, además de Federico Tasso, presidente de la Federación Universitaria de Río Cuarto, el padre Carlos Juncos, de Pastoral de la UNRC, y el obispo diocesano, Adolfo Uriona.
Hubo también múltiples salutaciones virtuales grabadas entre las cuales se pudo escuchar el saludo del consagrado cantautor argentino, santafesino, León Gieco, quien en 2019 recibió el título de Doctor Honoris Causa de la UNRC. Gieco expresó: “Quiero festejar con ustedes este aniversario, con las autoridades y los trabajadores, abrazos a la UNRC”. Y seguidamente interpretó “Búsquenme en el país de la libertad”.
Antes la música tuvo su espacio por medio del Coro Universitario que interpretó la canción “Todo pasa y todo queda”, sobre una poesía de Antonio Machado y que llevó a la música Joan Manuel Serrat. En tanto el Ensamble Popular Universitario interpretó el vals La pulpera de Santa Lucía, más tarde Wáter Cisneros y Miguel Ángel Toledo presentaron la canción Crea, canta, libre siempre dedicada a la Universidad en este primer medio siglo de existencia.
Palabras del rector Roberto Rovere
Luego de un video que recorrió historia y actualidad de la institución, hizo uso de la palabra el rector Roberto Rovere. Dijo que «este es un día de celebración del Cincuentenario de la creación de nuestra Universidad Nacional de Río Cuarto, muy especial y emotivo para nuestra comunidad, no solo se constituye en un momento para renovar el compromiso para con la sociedad que la sustenta, sino además un espacio de tiempo para volver la vista atrás y reconocer aquellos logros y errores de la vida institucional y, asimismo una instancia para que la comunidad universitaria reconozca a quienes a través de su entusiasmo, vocación y esfuerzo, contribuyeron a creer en el sueño de un polo universitario, con la visión de proyectar culturalmente la ciudad y su región, a la par de un desarrollo social y económico».
Rovere recordó que «el proyecto de universidad tenía antecedentes en Río Cuarto desde 1959 con la fundación del Instituto Superior de Ciencias y en 1961 el surgimiento de la Universidad del Centro, de gestión privada. Por su ubicación geográfica, nudo vial e importante zona agrícola ganadera se constituía en un potencial polo universitario. La concreción del proyecto de fundación se da en el marco del plan del doctor Alberto Taquini, en 1968, denominado “Adecuamiento de la Enseñanza Universitaria Argentina a las Necesidades del Desarrollo”, gestada para responder al problemático crecimiento poblacional en las universidades, la creciente masividad de estudiantes y el desarrollo cada vez más acelerado de la ciencia y la tecnología».
Detalló el rector que «el proyecto consideraba la creación de una Comisión Pro Universidad, integradas por las fuerzas vivas de localidades regionales del Sur de la Provincia de Córdoba; esta comisión Río Cuarto, encabezada por el ingeniero Alberto Luchini, canalizó una demanda social que sobrepasó el plan original y fortaleció el consenso para concretar su creación. Si bien por esos años el proyecto no lograba la anuencia por parte de los Ministerios de Educación, los fuertes movimientos sociales como el “Cordobazo” y el Viborazo en Córdoba, con una amplia participación obrera-estudiantil, precipitaron la decisión del gobierno militar de descentralizar la educación universitaria, descomprimir los conflictos con los estudiantes en las grandes universidades, como la de Córdoba y llevar los estudios superiores a la periferia de los centros urbanos».
En otro tramo de su alocución, Rovere repasó el 1º de mayo de 1971, cuando «en un multitudinario acto con la movilización de unas 10 mil personas, se dio a conocer públicamente la sanción de la Ley N°19.020 de creación de esta Universidad, primera en el marco del Plan Taquini, dándose así el paso fundamental para la constitución y organización institucional; tarea que concentró grandes esfuerzos y dedicación durante el segundo semestre de ese año».
El médico veterinario Roberto Rovere destacó que «la creación de nuestra Universidad se dio en un contexto de una fuerte demanda y movilización por parte de la ciudadanía organizada de Rio Cuarto y su región», no exenta de «situaciones de tensión y enfrentamientos pero orientada en la búsqueda de un proyecto de educación superior que contribuyera al desarrollo productivo, social, cultural y científico, con proyección local y regional. Por las genuinas razones que motivaron su origen, constituye una conquista cultural de relevancia para la gran región agropecuaria e industrial del centro del país y que tuvo a Rio Cuarto como centro estratégico de su expansión».
Ponderó asimismo que «la UNRC tiene una génesis distinta a la de otras universidades; nace de una gesta del pueblo, en un marco político común para la época y que lamentablemente transitó en muchas oportunidades nuestro país; lo que muchos indican como “una gesta épica” y un hito trascendente para este territorio. Somos parte de esa vivencia fundacional: una movilización total del pueblo a través de organizaciones estudiantiles, docentes, vecinales, empresariales, sindicales, culturales y deportivas, entre otras y que marcaron su rumbo originario.
Las nuevas universidades se conformarían en campus y se organizarían bajo la unidad departamental, eliminando las tradicionales facultades y cátedras independientes, conformación que por otra parte contrarrestaba la intención de formación de Centros de Estudiantes, como ocurría en las grandes Universidades.
El inicio oficial de su vida académica tuvo lugar en el año 1972, contando con los Departamentos de Ciencias Sociales, Biología, Físico-Química, Matemática y de Agronomía y Veterinaria. Se contaba con algo más de 800 estudiantes, 300 de los cuales provendrían de la Universidad del Centro».
Facultades
En el Aula Mayor, el rector indicó que «a partir del año 1974, en un nuevo contexto político democrático a nivel nacional y local, la Universidad se reestructura en las 5 facultades que la conforman actualmente de: Agronomía y Veterinaria, de Ciencias Económicas, de Ciencias Exactas Físico-Químicas y Naturales, de Ciencias Humanas e Ingeniería. Se incorporan las carreras de los Institutos terciarios Superior de Ciencias y Raúl Díaz y se amplía la propuesta educativa con la incorporación de los profesorados y la creación de sus licenciaturas. El perfil agropecuario y de las Ciencias Exactas se amplía con un perfil vinculado a las Ciencias Sociales y Humanas.
Docentes e investigadores con una consistente formación académica, migran al sur cordobés; venían a Río Cuarto procedentes de las “Universidades Grandes”, que representaban focos de resistencia al status quo de aquel entonces. Se arriesgaron y fueron construyendo una academia, que más tarde, se fue consolidando con la llegada de profesores uruguayos, chilenos y de otros países, que terminaron haciendo suya esta causa educativa. Desarrollaron un fuerte sentimiento de pertenencia, fueron sujetos de compromiso social, se vincularon al espacio geográfico echando raíces y dejando una descendencia: hijos directos e hijos del conocimiento, hijos que aún hoy caminan por los pasillos de la universidad, no sólo prolongando su legado, sino transformándolo según las exigencias de esta época. Algunos de estos profesores fueron detenidos, muertos y desaparecidos durante la dictadura, otros se quedaron y algunos regresaron luego del exilio».
Contexto
«La historia de esta Universidad -siguió Rovere- transcurrió a través de marchas y contramarchas, de pujas e intereses políticos y de grupos, entre períodos dictatoriales y democráticos, etapas de opacidad y esplendor institucional; sin dudas un reflejo del transcurrir político y social por los que ha transitado nuestro país. Esto nos ha hecho fuertes y resilientes; somos una comunidad de trabajo de destacados proyectos académicos y de investigación; de extensión y transferencia del conocimiento, aún en los momentos oscuros de la política institucional.
En diciembre de 1983 asumía la presidencia de la Nación el doctor Raúl Alfonsín, dando fin a la cruenta dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976. Con una democracia despertando se puso en marcha un Programa de Normalización Institucional establecido por el decreto 154/83 del Poder Ejecutivo Nacional. Sus criterios básicos establecían el fin del régimen restrictivo de ingreso, de cupos de admisión y de arancelamiento como así también la democratización de las universidades nacionales. La Universidad, en diciembre de 1985 aprueba su régimen electoral, camino definitivo hacia la normalización universitaria y la Institución se aprestaba así, a vivir el hecho histórico de elegir por primera vez sus autoridades. Así fue que en 1986, 1988, 1990 y 1992 las elecciones del rector y vice se realizaron por Asamblea Universitaria.
En 1993 la Asamblea Universitaria modifica el Estatuto e incorpora el voto directo para elegir las autoridades ejecutivas de la UNRC. Fue esta casa de estudios la primera en el sistema universitario en optar por esta modalidad de elección y la aprobación del voto ponderado de los cuatro claustros, para las elecciones de rector y decanos».
Siglo 21
Avanzado su discurso, Rovere apuntó que «en el año 2010, la Asamblea Universitaria convocada para la reforma de su Estatuto, estableció la figura institucional de un Consejo Social, en el cual diversas organizaciones sociales, políticas, gremiales y culturales junto a los sectores productivos encausarían sus intereses en vistas de un proyecto colectivo. Hoy estamos en condiciones de multiplicar el esfuerzo para que ese consejo se constituya en la referencia de nuestro trabajo.
La Universidad está densamente imbuida en la historia de Argentina y el continente. Numerosos y contradictorios grupos de personas, en tiempos políticos disímiles, la fueron forjando con sus ideas y con sus acciones, con amplias coincidencias a veces, pero también con diferencias y controversias pero que sin embargo, en conjunto, muestran desde la democratización en adelante, una dinámica constante signada por la preocupación en la calidad educativa y en el carácter inclusivo de la educación, reafirmando el principio de la educación como un derecho humano y universal».
Gratitud
«Podemos mirar atrás -invitó Rovere- y ver cómo gracias a trabajadores universitarios, docentes y no docentes; así como estudiantes y graduados, resguardaron el sueño de una universidad como generadora de trabajo y de saber. Hoy tenemos el orgullo de pertenecer a una comunidad educativa que no baja los brazos y que no declina en sus convicciones, aún en los peores momentos históricos. Una muestra cabal es la respuesta de conjunto frente a la pandemia que estamos viviendo, en una situación histórica excepcional dónde el objetivo escencial es la preservación de la vida: el año pasado y en pocos días la comunidad universitaria, principalmente docentes y estudiantes mudaron el vínculo pedagógico planificado para una interacción presencial a una modalidad virtual, implicando el aprendizaje del dominio tecnológico en paralelo a la enseñanza y el aprendizaje disciplinar. Desafío que los equipos docentes asumieron con compromiso y actitud resolutiva. La Universidad, como todo el sistema universitario, no se detuvo y mas allá de las incertidumbres y divergencias, sorteó obstáculos y alcanzó importantes logros con el fin de asegurar aquel derecho.
Esta Universidad, que se inició tan solo con un rector, una secretaría académica y apenas unos pocos agentes administrativos en oficinas prestadas por la Municipalidad de Río Cuarto, hoy ha crecido en un territorio a partir de las 100 ha donadas en sus inicios por la sucesión del señor Rómulo Remo Ré, ciudadano riocuartense. y que tiene una extensión de más de 86.000 metros cuadrados edificados; cuenta con una comunidad de mas de 1.900 docentes, 600 nodocentes y una población estudiantil de alrededor de 20.000 personas, que diariamente habitan y transitan el campus a través de diferentes modalidades».
Más datos
El rector Rovere valoró el «crecimiento notable en estos 50 años» de UNRC. Lo graficó con «algunos datos desde lo académico:
-Cada 10 años, quienes aspiran a ingresar a la universidad duplican su número, y en los últimos años se sobrepasan los 4.000 ingresantes, quienes sumados a los estudiantes efectivos que están en carrera definen una población de 20.500 alumnos, crecimiento importante si se tiene en cuenta que la universidad se inició con menos de mil estudiantes.
-Tenemos deserción de los estudiantes, sobre todo en los primeros años de las carreras, pero nuestra estadística se ubica por debajo de la media del país, lo que indica que todo el esfuerzo institucional a través de la docencia, del sistema de becas y los múltiples servicios (comedor, residencias biblioteca, salud, deporte, arte) y acompañamientos pedagógicos y tutoriales que ofrecemos tiene incidencia en una mayor retención.
-Las graduaciones desde hace más de 20 años han ido creciendo paulatinamente, con un promedio de 1.000 diplomas anuales y en estos 50 años, la universidad habrá otorgado cerca de 28.000 títulos. Títulos, que vinculados a la pertenencia social de los estudiantes, la mayoría primeros universitarios en sus familias y procedentes de la región y del país, hablan del aporte en términos de movilidad a la que ha estamos contribuyendo históricamente esta Universidad.
-La propuesta educativa que en los orígenes de la universidad contaba con 10 carreras, hoy se constituye con 56 carreras de grado y 28 carreras de posgrado, ofrecidas en las 5 Facultades.
Desde sus inicios las actividades de ciencia y técnica fueron creciendo en numerables actividades de investigación, con formación de becarios y de prestigiosos investigadores reconocidos a nivel local, nacional e internacional. En el año 2017, en acuerdo con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), se crearon ocho Institutos de investigación de doble dependencia. Con más del 60% de sus docentes investigadores categorizados, se desarrollan más de 300 proyectos propios; alrededor de 170 compartidos con otras entidades reconocidas y 140 proyectos pedagógicos innovadores de investigación para la enseñanza sobre ejes temáticos de relevancia e impacto social».
Planteó el rector que «la vinculación como respuesta a las necesidades que plantean los grupos sociales mas vulnerables, el estado y las organizaciones de la sociedad civil constituye el objetivo de la extensión, que genera más de 150 proyectos, financiados por la propia Universidad y en vinculación con Municipios, la Provincia y la Nación». El fortalecimiento de los cursos y talleres de Arte, la institucionalización de las Prácticas Sociocomunitarias; el fortalecimiento de Universidad Barrial, el Programa Educativo de Adultos Mayores, la reorganización del Observatorio de Derechos Humanos, el Consejo Social conforman el complejo entramado de actividades de articulación con su territorio a las que la Institución presta una especial atención, añadió.
«Y no podemos dejar de mencionar -prosiguió- la aprobación de un nuevo Plan Estratégico Institucional y la autoevaluación institucional con buenas valoraciones por parte de CONEAU. La implementación del Programa de Innovación Curricular y Formación Docente para las carreras de pregrado y grado centrado en la actualización de los planes de estudio, la elaboración del Sistema Institucional de Educación a Distancia (SIED), que otorga el marco para la modalidad a distancia en toda la universidad y que conjuntamente con el Entorno Virtual Educativo Libre Evelia, creado por la propia universidad permiten las ofertas educativas a través del uso de las TICs».
Crecimiento
Al cabo de la enumeración, el titular de la casa de altos estudios sintetizó: «Toda esta progresión y este crecimiento cuali y cuantitativo ha hecho de nuestra universidad pública y gratuita una institución que fue ganando identidad y presencia en el territorio regional y provincial. Pero en una proyección inmediata, sin dudas, nos debemos una discusión abierta acerca de rol de la universidad que viene, su relación con el Estado, con la sociedad, con el sistema productivo, los partidos políticos, los sindicatos, los movimientos sociales, las organizaciones populares, tomando como uno de los ejes a los derechos humanos, sobre todo después de la pandemia que estamos viviendo. Pero el piso de este debate debe ser entender a la universidad como un bien público y un derecho real y efectivo para toda la ciudadanía.
Independientemente del contexto político que dio origen a nuestra universidad, fue creada el día de los trabajadores, bajo el lema creer, crear y crecer plasmado en su escudo como designio de su destino. Nuestra universidad se sustenta en el trabajo: cree en el trabajo, crea trabajo y crece con el trabajo.
Creer es una base de toda acción humana, fundamental para pensar y hacer; es algo sobre lo cual nos apoyamos para impulsar expectativas, deseos, esperanzas que movilizan la acción, es entender a la educación inclusiva y de calidad como un proceso que aporta a una sociedad más integradora e igualitaria.
Crear, a través del pensamiento; generar propuestas con originalidad, con autenticidad, pensando en la mejora para el conjunto social de frente a sus problemas. Crear con docentes comprometidos y comprometidas, que asumen el desafío de sostener la enseñanza aún en la adversidad; con estudiantes críticos y críticas, solidarios, convencidos del trabajo compartido y protagonistas de su presente y futuro; con el conjunto no docente entendido como partícipe indispensable en esta construcción y con graduados y graduadas implicados en el proceso de transformación social que le corresponde a la universidad pública.
Crecer, constituye un anhelo y un proceso que se incrementa progresivamente en el tiempo y en el espacio en relación a los saberes, a la resolución de problemas; a la integración de contradicciones en instancias superadoras. La crítica, como crecimiento constituye una condición necesaria y casi un imperativo ético para la universidad pública de hoy y de siempre. En definitiva, creceremos cuando cada año sean más los estudiantes que ingresen a la universidad, en especial de aquellos sectores más postergados, que se sostengan en el sistema hasta graduarse y también cuando intensifiquemos la integración de todos los sectores, escuchando sus demandas, atendiendo sus urgencias e intentando dar respuesta a sus necesidades, en un contexto local, nacional y global».
Tributo
«Desde esta construcción compartida quiero reconocer -manifestó el rector- especialmente a quienes nos han precedido en la historia institucional; llegamos hasta acá gracias a ellos: autoridades e integrantes de todos los claustros y a cada uno de quienes aportaron, muchos de los cuales ya no están en la institución o en la vida; a la comunidad local y regional que apuesta y confía, a la vez que nos enriquece culturalmente y a la sociedad en su conjunto por sostenernos desde la convicción y la valoración de lo público.
En este momento, con un escenario complejo signado por las desigualdades y contradicciones pero muy interpelante, hoy estamos ingresando por una puerta muy abierta a un futuro difícil e incierto pero igualmente desafiante, para el cual se requerirá creer, crear y crecer… Pero estamos dispuestos y dispuestas a asumir el desafío.
Gracias a todas y a todos por acompañarnos siempre y compartir hoy este significativo acontecimiento de nuestra Universidad, que casi como un hito ha marcado en este territorio, nuestro destino institucional y social, en un antes y un después».
Palabras de ex rectores
Tras el proceso de normalización iniciado en 1983 en el mes de diciembre y luego de casi tres años de trabajo se logró la democratización de la Universidad dando inicio a las elecciones de los rectores desde 1986 por el sistema de Asamblea Universitaria y desde 1993 se estableció la elección del voto directo ponderado de los claustros.
El primer rector electo fue Roberto Seiler, luego Alberto Cantero, Leónidas Cholaky, Oscar Spada, Marcelo Ruiz y Roberto Rovere actualmente en funciones.
Durante el acto se recordó al ingeniero Leónidas Cholaky quien fuera docente, decano de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, secretario General de la UNRC y rector durante dos periodos desde 1999. Había nacido en Antofagasta-Chile en 1938 y llegó a la Argentina huyendo de la dictadura de Pinochet. Fue un ferviente defensor de la educación pública y gratuita y entregó gran parte de su vida a la casa de estudios local. El 10 de enero de 2013 falleció víctima de una enfermedad terminal.
Seiler
El exrector Roberto Seiler brindó un reconocimiento a los «iniciadores de esta casa», a «sus graduados, que trabajan en ciudad, región, país y el mundo», a los compañeros que ya no están y a todos quienes con su «entusiasmo, responsabilidad y esfuerzo» la han construido.
Convocó Seiler a una mirada autocrítica a fin de que la UNRC siga siendo un protagonista social a tono con las demandas de cada momento y en el final deseó un feliz día a los trabajadores.
Cantero
A continuación, el exrector Alberto Cantero reconoció a quienes «en la década del ’60 nos movilizamos para tener una universidad». Expresó gratitud a quienes dejaron su vida por la Institución, entre ellos Justo Sorondo Ovando, Leónidas Cholaky y Nelso Farina.
Repasó su plan para «la transformación» de la UNRC cuando fue rector y evocó los lazos con municipios de la región a través de Adesur, uno de cuyos frutos fue la construcción de las residencias estudiantiles en el campus. Señaló los vínculos con universidades del exterior, acciones en ciencia y técnica y de extensión, marco en el que citó la evolución del PEAM. Apuntó que se viene dando en el mundo «un vertiginoso desarrollo» y que en tal contexto el sistema científico y tecnológico tiene «un enorme desafío».
Spada
El exrector Oscar Spada sostuvo que entre «logros, desaciertos y dolores» la institución «ha crecido muchísimo con un aporte muy fuerte de quienes en ella trabajan». Llamó a pensar en el futuro y ser «una universidad del mundo» en un marco de «desafío global». Evocó que, al margen de diferentes criterios, las sucesivas conducciones se empeñaron para que la UNRC «llegue adonde ha llegado». Tributó gratitud a quienes no están, ejemplo de quienes fue Leónidas Cholaky Sobari, «con quien tuve la suerte de compartir y aprender».
Acotó que «los cambios tecnológicos vienen muy rápido» y que por eso «es fundamental aumentar la inversión» y «hacer un aporte desde el desarrollo», siempre a partir de «una universidad comprometida con la problemática social».
Ruiz
A Spada lo sucedió en el uso de la palabra el exrector Marcelo Ruiz. Señaló que, a pesar de las dictaduras de 1966-1973 y de 1976 a 1983, la democracia prevaleció y, en el caso de la universidad, dio frutos tales como desarrollo en el grado y el posgrado, la solidez de equipos de investigación, la vinculación comunitaria mediante «tramas de trabajadores» que la construyen.
Aseveró que si bien «somos una comunidad mundial llamada humanidad», subsisten «desigualdades». En este escenario, estimó Ruiz, es vital bregar «para una sociedad más justa, con el Estado como garante del acceso a la educación».
Después de su palabra, la locutora oficial Paula Pérez elogió el legado de quien fuera dos veces rector, Leónidas Cholaky. Instantes más tarde, el actual rector agradeció a Seiler, Cantero, Spada y Ruiz por sus testimonios y obras.
Salutaciones
La primera salutación, que en realidad llegó por WhatsApp, fue del vicegobernador de la provincia de Córdoba, Manuel Calvo, quien se encontraba reunido con intendentes por la pandemia COVID 19 y no pudo participar de la ceremonia.
Luego se presentaron en un momento muy especial otras salutaciones grabadas por el aniversario de la Universidad. Entre ellas del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, de Martín Gill secretario de Obras Públicas de la Nación, Daniel López, subsecretario de Calidad Educativa de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), Rodolfo Tecchi presidente del CIN, Alberto Escudero, intendente de Las Higueras, Roberto Casari intendente de Vicuña Mackenna y Juan Llamosas, intendente de Río Cuarto.
Se escucharon también las salutaciones de Luis Negretti rector de la Universidad Nacional de Villa María, Hugo Juri de la UNC, Alberto Taquini creador del plan nuevas universidades para el interior del país, Víctor Yoma de la Comisión Fundadora de la UNRC, Florencia Granato de la AGD, Eduardo Tello de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto-ATURC Y Federico Tasso presidente de la FURC.
Cabe consignar que un emocionando Eduardo Tello puso en el recuerdo a Nelson Farina, histórico dirigente gremial nodocente, tanto en la ATURC como en la FATUN.
Finalmente se escucharon distintos testimonios de estudiantes y graduados respecto a la conmemoración del 50 aniversario de la creación de la Universidad local.
