El sacerdote de 64 años estaba internado en grave estado tras haber contraído el coronavirus. Era un paciente de riesgo ya que en 2018 había sido trasplantado de un riñón.
El sacerdote fue reconocido por su tarea pastoral de años en la iglesia La Merced de Barrio Alberdi, donde se desempeñaba como párroco.
«Invitamos a orar por su eterno descanso, a la vez que agradecemos su ministerio», publicó la parroquia Nuestra Señora de Luján y San Martín de Porres al comunicar el fallecimiento de Felizzia.
A la vez agradecieron a quienes acompañaron con su oración en los últimos días. En redes sociales se multiplican los mensajes recordándolo.