- La Secretaría de Ambiente encabeza una mesa de trabajo para analizar la aplicación de estos residuos.
- Se busca actualizar la normativa y fijar los tiempos de la estabilización de este tipo de material orgánico antes de su uso.
- El empleo de los desechos pecuarios de la producción animal, representa un avance para el desarrollo sostenible y la economía circular.
La Secretaría de Ambiente, dependiente del Ministerio de Coordinación, convocó a la primera reunión de la comisión conformada en el marco del “Proyecto de revisión de la normativa sobre uso agronómico del residuo pecuario, actualización de la Resolución N°29/2017”.
Esta comisión de carácter interdisciplinario está encabezada por las autoridades de la cartera ambiental provincial y es integrada también por miembros de la Secretaría de Ganadería, del Ministerio de Agricultura y Ganadería; representantes de la Dirección de Policía Ambiental, CEPROCOR, SENASA, técnicos de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba y del INTA.
Avanzar en la revisión y actualización de la normativa tiene el propósito de maximizar los beneficios económicos y productivos del sector en cuanto al uso de residuos recuperables, de manera sustentable para que no se generen efectos adversos sobre la salud, ni en los suelos y aguas superficiales y subterráneas.
“Avalar con datos científicos el contenido de la resolución, llevar adelante un proceso de actualización de la normativa y ser pioneros en la sustitución de fertilizantes químicos por biofertilizantes da cuenta de que el potencial productivo de nuestra provincia pone a Córdoba en la vanguardia del desarrollo sostenible y de los procesos de la economía circular que permiten la protección de los recursos naturales”, expresó el secretario de Ambiente Juan Carlos Scotto durante la reunión virtual.
La conformación de la mesa de trabajo conjunta entre siete organismos gubernamentales tiene la finalidad de fundamentar con datos de base científica el tiempo mínimo necesario para la estabilización de los efluentes pecuarios previo a su uso agronómico en lotes agrícolas.
Los residuos pecuarios son aquellos desechos provenientes de los sistemas intensivos y concentrados de producción animal (SICPA) tales como feedlots, tambos, emprendimientos porcinos y avícolas.
Luego de una correcta gestión de los residuos y de un tratamiento especial de los desechos se obtienen biofertilizantes agrícolas que permiten recuperar la fertilidad química y física de los suelos.
Además, este subproducto es considerado una enmienda o abono de gran valor orgánico que aumenta la producción de los cultivos y sustituye la aplicación de productos químicos, esto hace que los residuos se conviertan en un material de alto valor ecológico para la agricultura, haciendo que los emprendimientos de producción animal desarrollen su actividad de una manera respetuosa con el ambiente.
Aval científico y toma de muestras
El estudio que determinará la revisión de la normativa se plantea a partir de los avances tecnológicos y la incorporación de nuevas formas de manejo en efluentes industriales que se han dado en este tipo de establecimientos productivos de cría intensiva.
Para verificar los tiempos de estabilización y dejar asentado con rigor científico que los procesos establecidos sean amigables con el ambiente y sigan estándares de sustentabilidad, se ha avanzado en los primeros procesos de toma de muestras de suelos (foto principal) en estratos con y sin aplicación biofertilizantes, y de efluentes crudos y estabilizados con 60 y 120 días de residencia.
A dichas muestras que se estudiarán en laboratorio se le determinarán parámetros físico-químicos y microbiológicos.
Desde el organismo ambiental provincial se aclaró que este tipo de análisis se llevarán a cabo en parcelas de pequeños, medianos y grandes productores de la provincia de Córdoba. Además, los establecimientos a muestrear deben contar con lagunas de estabilización y en lo posible, un plan de uso agronómico presentado.
Se estima, que los 120 días en la actualidad requeridos para la estabilización biológica de los efluentes y sus parámetros físico-químicos pueden verse modificados, buscando corroborar un tiempo mínimo necesario de retención de los efluentes pecuarios previo a su aplicación como enmienda orgánica en campos, comprobando también, con la caracterización, que no dañen los suelos o no presenten metales pesados, entre otros.