El largo y penoso proceso que padeció la Universidad Nacional de Río Cuarto después de la trágica explosión de la planta piloto de la Facultad de Ingeniería parece llegar a su fin, al menos desde el punto de vista judicial y administrativo.
Este martes, el Consejo Superior recibió las conclusiones que arrojó la investigación sumaria que instruyó la Dirección de Asuntos Jurídicos en vistas de echar luz sobre lo sucedido aquella trágica jornada de diciembre de 2007, que acabó con la vida de cinco docentes y un estudiante.
Ahora, con el informe sumarial y el vasto expediente de actuaciones en sus manos, será la Comisión de Interpretación y Reglamento del cuerpo colegiado la que dará su veredicto final desde la perspectiva administrativa, que es la que le compete.
Mientras tanto, el rector Roberto Rovere también informó al Consejo Superior que la Justicia Federal lo convocó para entregarle las llaves del edificio de la vieja planta piloto, habilitando a la Universidad para que disponga de sus instalaciones sin restricciones, al tiempo que le comunicó además a las autoridades universitarias el cierre definitivo de la causa penal.
“De ahora en adelante, como institución, nos queda la responsabilidad de darle un cierre al sumario. El Consejo Superior fue el que resolvió iniciarlo y hoy está ante la instancia de tomar una decisión final, para lo cual el informe de la Dirección de Asuntos Jurídicos será estudiado y discutido en el seno de la Comisión de Interpretación y Reglamento”, expresó el rector Rovere.
Señaló: “De alguna manera, creo que estamos cerrando una etapa, que fue muy dolorosa para la Universidad”, pero también “llegar a esta instancia le permitirá a toda la comunidad universitaria poder conocer lo que pasó y sacar sus propias conclusiones. En el expediente hay mucha información original, que la misma Justicia tomó para investigar”.
“Este es el cierre de una etapa –consideró el rector Rovere- pero también es el comienzo de otra, que tendrá que ver con la definición acerca del espacio. Aquí hay varios temas a considerar, como determinar la confiabilidad de la infraestructura, definir la cuestión patrimonial y finalmente analizar si se puede reutilizar o no”.
A partir de ese momento, el Consejo Superior tendrá la posibilidad de evaluar todas las propuestas que surjan respecto de la finalidad que tendrá el lugar, ya sea las provenientes de la comunidad universitaria cuanto de los propios familiares que perdieron allí a sus seres queridos, adelantó el titular de esta casa de estudios.