La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM) revelaron la presencia de sustancias tóxicas peligrosas en adultos y niños que viven en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas y exigieron la suspensión definitiva de las obras de Monsanto debido a la contaminación ya existente en la localidad. Los análisis de sangre demostraron la presencia de plaguicidas en 7 de las 10 personas analizadas. En el estudio exploratorio se encontraron «residuos de plaguicidas antiguos muy persistentes como Aldrin, Dieldrin, DDT y Beta HCH», indicó el Dr. Raúl Montenegro, asesor técnico de los vecinos y premio Nobel Alternativo 2004. Agregó que «incluso bajas dosis de estos plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal y reducir las defensas del organismo».
Los análisis de sangre fueron encargados a la Universidad de Buenos Aires ante la negativa de la Municipalidad de Malvinas Argentinas y del gobierno de la provincia para hacer esos estudios en la población. Los vecinos y FUNAM exigieron nuevamente al intendente Daniel Arzani y al gobernador José Manuel de la Sota que realicen «estudios sobre muestras más grandes para establecer la presencia de agroquímicos en sangre, orina y leche materna». Al mismo tiempo exigieron la puesta en marcha, para toda la provincia, de un Observatorio Ambiental de residuos peligrosos y de un Observatorio Epidemiológico, ambos continuos. Malvinas Argentinas se encuentra 14 kilómetros al este de la ciudad de Córdoba. Es el sitio donde Monsanto pretende construir la mayor acondicionadora mundial de semillas transgénicas de maíz, proyecto que está actualmente detenido por una decisión judicial y la fuerte resistencia social de los vecinos.