Ese 3 de octubre no iba a ser un día más para Laura.
Ese día quedará marcado a sangre y fuego en el Barrio Obrero de nuestra ciudad después que fuera encontrada asesinada Laura Mansilla luego de haber concurrido a una fiesta de 15.
La violación y asesinato de la joven marcó otro mojón entre los casos policiales de la ciudad.
8 personas fueron los agresores de Laura, sólo 2 de ellos están en cadena perpetua.
Hoy, como todos los años, desde hace 25 años, una plegaria al cielo será la expresión popular en el templo de Salta 1150, el mismo que se erigió porque allí fue hallado el cuerpo sin vida de Laura.
La memoria, la necesidad de justicia y de redimir el dolor transformaron el epicentro del horror en una capilla construída por los vecinos.
Una necesidad tan humana con Laura y con tantas otras víctimas la de transformar el dolor en esperanza.
Post de Marcelo Ortíz