Malagueño. Las llamas avanzaban con ferocidad y arrasaban lo que encontraban a su paso, las sierras eran devoradas y todo era reducido a cenizas.
En un sector cercano a La Ochoa dentro de la reserva natural de La Calera, una gruta del Gauchito Gil y un verdadero milagro.
El santito permaneció intacto en medio del infierno de fuego y calor y cuando el foco estuvo controlado, los bomberos no salían de su asombro.
La gruta, que se vio cercada por el incendio, no sufrió daño alguno y ni siquiera la pintura roja fue removida. Miles son los milagros que se le atribuyen al santo; son también miles los seguidores que cada aniversario de su muerte se congregan para adorarlo y realizarle ofrendas de todo tipo.
FUENTE: El Diario de Carlos Paz