Una multitud se congregó en el Centro Cívico para despedir este lunes los restos del ex gobernador José Manuel de la Sota. Hacia el mediodía, el gobernador Juan Schiaretti encabezó una ceremonia junto al intendente Ramón Mestre, el ministro del Interior Rogelio Frigerio, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación Emilio Monzó, el ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti y el arzobispo Carlos Ñañez, entre otros funcionarios, familiares y allegados.
En su mensaje, Schiaretti reinvidicó la estatura de “dirigente político, gobernante y estadista” del ex gobernador y agradeció las muestras de afecto y congoja expresadas por los habitantes de la provincia y un amplio arco de gobernantes y dirigentes del país.
“Expresó -prosiguió- al peronismo que es respetuoso de la división de poderes, que es democrático, que es tolerante con los que piensan distinto, que busca en los consensos y no en agrandar los disensos”.
Con la trágica muerte del ex gobernador, “no hay dudas que el país pierde un gran dirigente democrático, y seguramente nuestro movimiento y muchos argentinos pierden uno de los mejores candidatos a presidente. Hubiera sido un gran presidente”, afirmó Schiaretti.
Y concluyó: “Tengo grabada las imágenes de ayer y de hoy viendo a la legión de personas comunes que vinieron y lloraron al frente del féretro de José Manuel. Esto habla a las claras de todo lo que te quiere el pueblo de Córdoba. Sé que desde el cielo vas estar velando por Córdoba, la patria y la unión de los argentinos. Porque él no quería grieta, quería la unión para superar las dificultades”.